Bienvenidos nuevamente a hacer parte de la historia de las Matemáticas. En esta oportunidad te presento a los Números Arábigos.
¿Has oído hablar de la Torre inclinada de Pisa? Una divertida historia dice que se inclinó porque hacer operaciones con números romanos era tan difícil, que el arquitecto que la diseñó se equivocó al hacer los cálculos. Por medio de un argumento sencillo descubrirás en las siguiente entrada a Leonardo. Un personaje que nos acercará a los Números Arábigos en una entretenida y breve narración relacionada con matemáticas, para acercarnos a los números desde la India hasta nosotros.
Con esta historia insisto en mi objetivo de sembrar una pequeña semilla que despierte el interés de los estudiantes por las matemáticas. Tal como lo he manifestado en entradas anteriores con Carl El Niño Genio, La Amistad Según Pitágoras y Tales Y La Gran Pirámide. Sin más que añadir, Comencemos…
Los Recién Llegados
En el siglo XII, en Pisa, una ciudad Italiana, Don Guillermo estaba feliz. Era un día muy especial para él porque su hijo Leonardo acababa de nacer.
Por su trabajo, don Guillermo usaba las Matemáticas con mucha frecuencia. Quería que Leonardo aprendiera rápidamente para que así, más adelante, también él pudiera llegar a ser un próspero comerciante. Él mismo le enseñaba matemáticas a su hijo y constantemente lo animaba a aprender nuevas cosas. Además, estando en Argelia, hizo que Leonardo tomara un curso de aritmética árabe.
– ¿Árabe? – preguntó sorprendido Leonardo.
– ¡Oye, eso suena genial! sabes que me encantan las Matemáticas y, aunque eso de árabe parece complicado, quiero aprenderlo.
– Qué bien, hijo. Me siento muy feliz de verte entusiasmado con la idea.
Leonardo era un niño inquieto y curioso. Le encantaba aprender y asumir nuevos retos. Cuando comenzó su curso de aritmética árabe quedó encantado.
Conoció diez extraños números que se escribían así:
0, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9
¡Qué raros eran! Nunca los había visto antes. Él solo conocía los números venidos de Roma, Aquellos que se escriben con las letras I, V, X, L, C, D, y M.
Aprendió además que esos nuevos números tuvieron su origen en la India, pero que fueron los árabes quienes los dieron a conocer. Por eso los llamaban Números Arábigos. Esos números, y la forma de hacer operaciones con ellos, eran la base de la aritmética árabe.
Leonardo estaba feliz con el curso. Se dio cuenta que estaba equivocado al pensar que era difícil. Por el contrario, vio que escribir esos números era muy sencillo y que hacer operaciones con ellos era mucho más fácil que con los conocidos números romanos.
Leonardo Y los Números Arábigos
Después de varios años, a comienzos del siglo XIII, Leonardo regresó a Europa, feliz con lo que había aprendido. Quería enseñar los nuevos números a los comerciantes, arquitectos y a todos aquellos que desearan aprender.
Sin embargo, al regresar a Italia, las cosas no fueron tan fáciles como él pensaba. La gente estaba acostumbrada a los números romanos y no querían cambiarlos. La mayoría los rechazaba y no querían saber nada de los números venidos de la India. Leonardo fue paciente y comenzó a mostrarles que los nuevos números eran más fáciles de escribir. Les dio ejemplos y les enseñó cómo se usaban.
– Miren amigos, – dijo Leonardo emocionado – si quieren escribir el último día del año en números romanos tienen que hacer XXXI-XII. Pero en los números arábigos sería 31-12. Mucho más sencillo, ¿no les parece?
Pero la gente no estaba convencida. Preferían los números romanos que eran los que conocían.
Cuando Leonardo mostró los nuevos números, alguien se interesó por aquel extraño aro que no había sido utilizado aún en los ejemplos.
– Se trata del cero – respondió Leonardo -. Es un número que usamos para representar que no hay nada. Por ejemplo, en esta bolsa no hay panes. Entonces digo que hay cero panes y lo represento con 0.
Eso fue todavía peor.
– Cómo serán de inútiles esos números que hasta uno de ellos representa nada – dijo disgustado uno de los presentes.
La situación fue difícil para los nuevos Números Arábigos. Fueron necesarios muchos años, hasta bien avanzado el siglo XVI, para que el nuevo sistema fuera utilizado de manera general en casi todo el mundo.
¿Quién es el protagonista de nuestra historia?
La historia que acabamos de abordar, evoca nada menos que al gran matemático italiano Leonardo Fabinocci o también llamado Leonardo De Pisa (1170-1240). Éste personaje escribió por primera vez sobre los Números Arábigos en occidente en su libro (Liber Abaci o El Libro Del Ábaco). Con ello logró introducir mucho más los Números Arábigos a Europa, los cuales se empiezan a utilizar tres siglos después.
Espero que esta historia haya sido de tu agrado. Anímate a aprender y compartir tus experiencias. No olvides que Salón Matemático agradece y estará atento a tus comentarios al final de cada Post. ¡Feliz Aprendizaje!
Salu2
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